martes, 31 de julio de 2012

Deseo


“…el deseo es el deseo del otro.”
Hay algo en todo esto
algo del sentimiento que
se me hace indecible
                                      inasible
                                                     intangible
Es el límite de las palabras que
aparece, ineluctable, amordazando…
 “¿Me querés?”, “¿me extrañás?” no son, ahora, más que
                                      preguntas retóricas
 “Te quiero”, “te extraño” no son ya más que
evidencias de algo que se siente muy adentro muy profundo muy…

Pero las palabras (todas) me llevan a vos porque
te quiero en estado de amor y de beligerancia (dijo, digo)
porque te deseo en cuerpo y alma
                                      en piel y huesos
                                                     en calma y exaltación
                                                                 en locura y sensatez
porque el deseo de vos es incesante, inextinguible  
Ahora, desear es desearnos juntos es
desearte cerca, próximo, tibio…
el deseo (el verdadero) tiene tu nombre, amor…
Las palabras, todas, tienen tu nombre… 
El deseo tiene tu nombre, amor... 


domingo, 29 de julio de 2012

Prescindir

quiero poder prescindir (así...) del lenguaje
de las palabras y, por eso,
del pensamiento (a veces...)
y también del tiempo
y del olfato
y del tacto
y de la mirada
y del sentimiento
y de los espacios...
ser ave
ser piedra
ser agua
existencia cíclica
sin más...

no decir
no pensar
ni sentir

miércoles, 25 de julio de 2012

Wipe that tear away...



algunas veces soy feliz, como ahora...

un beso tibio
una caricia sincera...
un abrazo profundo...
una mirada tranquilizante...
el calor rebosante de otro espíritu
y otro cuerpo sobre mi cama...

engañarse a sí mismo y decirse 
que con eso es suficiente...
el deseo perenne de sentirse completo...

algunas veces soy feliz… como ahora...

lunes, 23 de julio de 2012

...

Verte así, dormido, a mi lado, me  parece irreal... Un espejismo casi... No quiero que se acabe pero sé que ya vas a despertar...

martes, 17 de julio de 2012

Fragmentos


y qué sorpresa (y no tanto…)
descubrir que nuestras vidas
no son más
que una sucesión infinita de fragmentos
múltiples y elocuentes fragmentos
por doquier Eros y Tánatos
Tánatos y Eros
risas, aromas, caricias
palabras conexas e inconexas
que acarician o que duelen
líneas perdidas de alguna canción
de alguna poesía edulcorada y edulcorante  
burda imitación de una escena triste de película o narración…

y así el límite ya impreciso entre realidad y ficción
entre cuerpo y fantasma del cuerpo
entre experiencia y deseo de la experiencia
se diluye, vertiginosamente, como una tarde de invierno… 


sábado, 14 de julio de 2012

el mundo era menos soportable
sin ese sentimiento
de frenética locura
que se mete hasta los huesos
y desquicia y deja ver... 

jueves, 12 de julio de 2012

No man’s land


El absurdo crónico y delirante
de despertarse incesantemente
siempre,      día       tras      día,
en la misma tierra baldía
de sensaciones y experiencias
preso de la implacable conciencia
que amenaza, lacera y quema
con la certeza brutal
de que vos no estás acá,
de no tenerte
cerca…

Despertarse, acá,
es estar yéndose
siempre,
                  l  e  j  o  s
                                     de este baldío existencial…


lunes, 9 de julio de 2012

La dulce impaciencia


Es la impaciencia de quererte
         la que me mueve en estos días
la impaciencia de saber que
uno de estos días podrías no estar ya
y, por eso, la impaciencia loca de querer agotar todas las experiencias
todos los sentimientos en veinticuatro o cuarenta y ocho horas
que se diluyen, fatalmente, como un montón de polvo entre los dedos
la impaciencia que genera tu ternura infinita
cuando, en silencio, concentrás tu mirada
y tus pensamientos en algún punto desconocido para mí
y tu rostro está en absoluta calma, distendido,
y tus ojos brillan más que siempre
y tu sonrisa es más real, más sublime…
la impaciencia de observarte en el súmmum de la excitación y el placer
y sentir esa conexión tan íntima muy adentro, y emocionarse hasta la médula
la impaciencia desgarradora de querer cuidarte cuando te veo débil
la impaciencia de saberte incalculablemente bueno, incalculablemente auténtico
por un gesto, por un acto pequeño pero enorme, por el amor y el odio fusionados
pero, además, la impaciencia de saberte inteligente, pensante y racional
la impaciencia inagotable de sentir que no hay error en todo esto
porque me hacés inmensamente feliz, en cada momento que estamos juntos
la impaciencia de saber que, por momentos, no existe nada más que vos, Amor…
Es la dulce impaciencia de quererte, Amor… 


jueves, 5 de julio de 2012

Vivir otra vez

tu imagen como entre vidrios esmerilados,
desdibujada por la llovizna tenue
de esta noche de invierno...
mis pasos apurados
para encontrarte
abrazarte
besarte
vivir...

y el tibio contacto con tu cuerpo pequeño
el suave y reconfortante contacto 
con tus mejillas cálidas
y esos labios
esos ojos...

AHORA
con tu piel
respiro
otra
vez


miércoles, 4 de julio de 2012

cuánto tiempo para que te diluyas en la trama de los días...?
cuánto tiempo para no tenerte...?

martes, 3 de julio de 2012


hoy salí de casa temprano
y un viento tibio que venía
desde el norte
me rozó la cara...
no sé por qué pensé en mi infancia...
aromas, sensaciones, recuerdos...
me dieron ganas de remontar un barrilete....
quise decirte:
dame la mano y hagámoslo juntos...
por eso me gustás:
porque sé que
para mis locuras
con vos cuento
en primer lugar

domingo, 1 de julio de 2012

¿Por qué yo?


    No nos engañemos: en realidad, el mundo del amor es un universo de clichés ¿Hay acaso algo que no se haya dicho ya desde que el hombre empezó a articular lenguaje? ¿Hay sílaba, palabra, construcción, frase que no se haya pronunciado en todos estos años intentando asir un fragmento de ese sentimiento?

    Es un cliché, también, decir que resulta difícil explicar el amor, tarea ardua, quizás improductiva, porque además dicen –algunos– que el amor se desvanece con el tiempo, como una flor de poca vida… Pero tu pregunta me emocionó hondamente, no la esperaba… Aunque sé que, de a poco, te atrevés a decir y demostrar cosas que sentís; si no lo hacés antes es porque sos cauto, cuidadoso, y eso es entendible; todavía somos bastante extraños el uno para el otro…

    Pero  no perdamos la línea: hay preguntas que no encuentran una repuesta sencilla porque en realidad, hay palabras que no resultan suficientes (y acá tenemos otro cliché…). Como sea, no quiero renunciar a la oportunidad de explicarte por qué y voy a ir haciéndolo en estos días.

     Te quiero mucho, amor, y quiero jugarme por vos. No te olvides de eso.