A veces no me parezco a
nada de lo que pienso o siento, de
lo que creía que podría ser ahora cuando
todavía podía creer, mucho más que
en este momento...
Siento, a veces, de a ratos, que hay heridas que
vinieron conmigo, que son mi doble interno, y que
la vida, los años,
fueron
solo un prisma que propagaron lo que ya estaba, el
haz de encantos y desencantos, de luces pero también de
sombras...
Sé que hoy estás Vos, ¡pero nos parecemos tanto!,
como mi alma y este cielo de aluminio que veo por la ventana.
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