Hay de esos humanos que eligen
un ser de otra especie para proteger
sus pertenencias de la rapacidad
de otros humanos.
El vínculo no es filial ni sensible,
sino contractual: te doy para que me des...
Así crían fieras para que les den seguridad.
La furia aguarda agazapada en patios de
césped y malvones y familias tipo.
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