La música que poníamos para gozarnos
con la carne y con los sentidos,
tu mano sobre mi regazo o
la mía sobre el tuyo, los
silencios profundos y
colmados, los pasos
pequeños e incesantes por
estas calles de tierra y mate,
el perfil de tu cara suspendiendo
el horizonte y el tiempo, los tiempos...
Todo eso y los cambios y los sueños intensos.
¿El amor es un ser o un estar?
¿Cómo es volver a estar lejos?
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