de veinte y tantos años, que mira
el mundo que trajina las horas y
las cosas sin cesar, tras el vano
de alguna ventana lejana y oscura.
La vida me fue dada así, sin querer,
sin preguntas y sin pedidos; yo me he
permitido la vida como quien se
permite un regalo que no le agrada,
un regalo que se conserva por cortesía.
Me fue concedida -dicen....- por
mi madre y por un padre -a quien no
conozco. Yo digo que la vida, la buena,
al final nos es dada por alguien a quien
elegimos y comprendemos muy bien.
Vos me das esa otra vida, esa que
quiero y que elijo y proclamo.
Vos sos mi lugar tranquilo,
mi caos cosmificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario