martes, 21 de mayo de 2024

Estás acá

 Amor

estás acá, al fin...

Tu abrazo, tu calor, tu sexo:

todo lo que a distancia

no puede tenerse

está acá, al fin...

Te esperé anhelante,

tanto

como te lo prometí,

aquel día de agosto

cuando te fuiste y

en este lugar

sólo quedó

la incertidumbre

para mí.


Pero ya no importo:

sólo importa que estás acá

con todo lo que amo

siempre 

y, también, con eso que

me abisma, a veces:

decisiones súbitas

pasiones desbordadas

búsquedas continuas

cálculos sutiles

en una mente infinita y

conmovedora...


Estás acá, amor:

que las lágrimas no inunden

tus pensamientos,

tus deseos,

tus proyectos.

Que sufras me duele

profundamente...


Yo también estoy acá y

todo lo bueno que siempre quise

para Frankie y Pinky

permanece

ahí, inalterable, 

aunque, debo confesar, enardecido

por este tiempo que empieza:

un nuevo comienzo, si vos querés,

para nosotros

                      juntos

                                 vastos

                                            eternos...






domingo, 12 de mayo de 2024

$45000

Unos días atrás
acompañé a uno de mis hermanos
a vender su alianza de matrimonio

Se había separado de quien había sido
su esposa durante más de quince años
Esta venta fue una de las primeras cosas
que hizo ya estando soltero 

Después de recorrer varios lugares, buscando la mejor oferta, la vendió en el mismo negocio
donde él mismo la había comprado poco antes de casarse, del otro lado de la frontera, en Bolivia, porque ahí, en aquel momento, era más barata
Ahora le ofrecían cuarenta y cinco mil pesos

Estuve en silencio durante todo ese recorrido, atento al modo en que
pesaban,
raspaban,
tasaban
la alianza.

Pensé, finalmente, que así termina un amor 
que empieza buscando el mejor precio...

viernes, 3 de mayo de 2024

La lectura no salva

No leo,
este año, no estoy leyendo
mucho más que lo necesario
para mis clases y otros trabajos
No quiero aventurar explicaciones 
mágicas o conmovedoras para esto.
Creo, simplemente, que no tengo ganas
de leer: elijo mi bici, mis plantas, mi cama,
la pantalla de este celular o la del televisor.
Me elijo, porque, acá un cliché necesario,
de lo contrario nadie me elegirá a mí. 

No hay mística en esto, no. No leo,
tanto como antes
y no sé si siento
culpa...

La lectura no salva:
todo ha sido, siempre,
una mentira.