¡Todo era amor... amor! / (...) / con sus faltas de puntualidad, de
ortografía; / con sus interrupciones cardíacas y telefónicas (...). O. G.
ortografía; / con sus interrupciones cardíacas y telefónicas (...). O. G.
El contador marca cerca de 183 días desde esa tarde...
Y hay palabras y frases, caricias, canciones e imágenes,
de todos estos meses, que se agolpan enloquecidas
en mi retina, en mis dendritas y en mi alma-mundo...
Y siento que hay cosas, de todos estos meses, que
están escritas con mi sangre y con mi sudor,
(inscritas en mi médula profunda y en mis huesos)
con tu sangre ardiente y con tu sudor salado
(incluso quisiera, ahora, escribir estos versos
con mi sangre para que veas cuánto te quiero
muy adentro de mí, fluyendo por mis venas).
Y algunas veces, en todos estos meses,
Tánatos nos visitó, sólo algunas veces,
y por su impulso quisimos
torturarnos
golpearnos
amordazarnos
descuartizarnos
mordernos con ira
desgarrarnos con pasión
y matarnos, quizás, con dolor,
con demasiado dolor, amarnos...
Y es que de eso se trata el amor también
a veces, ¿no?, eso que duele tanto
que abrasa y conmueve,
confunde y atribula,
pero, siempre,
obsesiona,
apasiona
y hace
crecer.
(quiero crecer con vos)
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