otra vez te buscaba
por paisajes absurdos...
Ciudades desiertas,
o montes superpoblados,
a todos, completos, los recorrí...
Y VOS eras mi brújula...
Caminaba sin cesar,
por un damero onírico
de casas, jardines y personas,
de cielos, luces y caminos ansiosos...
Algunas veces te encontraba
y te besaba y te amaba,
pero, inevitablemente,
la búsqueda no acababa...
Yo no sé por qué construyo
laberintos en mi mente
(incluso cuando duermo)
¿Quizás porque hay
viajes que son eternos?
¿Quizás porque hay cosas
que no vamos a encontrar?
Yo no sé por qué construyo
laberintos en mi mente...
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