estudié alguna vez, pero yo creo que
el frío es felicidad absoluta, calma y
es este domingo de calles desiertas,
este abrazo alienado y el sudor de
anoche,
este beso breve y profundo que nos
dimos hoy en la parada del colectivo.
Dar y recibir.
Venir y volver.
Cerca y lejos.
Ir y venir.
Pero, con el frío,
el camino
es más
corto.
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