¿Cómo hay que ser
para que las palabras y
los gestos duros no
duelan?
¿Cómo hay que hacer
para que los hechos no
se confundan con uno y
retuerzan?
¿Cómo, para no esperar
más de lo posible?
¿Cómo, para
dejar
de
idealizarnos?
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