Pensar nunca ha sido
buena idea y menos hoy
a esta altura del día con
el peso infinito de
muchas horas sin
dormir y enfriar algo,
un poco, la mente...
Tengo ganas de perderme en
los laberintos transparentes de los
sueños y dar vueltas y vueltas sin
cesar hasta encontrarte en
alguna esquina inasible de
esos frágiles mundos y que
me acaricies el alma y me
beses y me penetres,
quebrándome...
La cordura es un cristal
cayendo,
ahora...
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