RUIDO
RUIIIIIDO
RUIDOOOOOO
En las casas, en las escuelas, en los trabajos, en las universidades, en el transporte público, en las bibliotecas, en los parques, en los comercios, en las habitaciones...
Celulares, auriculares, streamings, televisores, parlantes, estéreos...
Por doquier. Omnipresentes.
La gente no puede vivir sin ruidos.
Tal vez porque se niega a escuchar
lo que le pasa
adentro
en su interior más humano
no exhibido en redes.
Escucharse a uno mismo
parece una utopía ya
en este imperio cacofónico.